martes, 4 de marzo de 2014

La Estructura de la Primera Sesión de Terapia.



LA ESTRUCTURA DE LA PRIMERA SESIÓN DE TERAPIA.

     Un objetivo importante para el terapeuta cognitivo es lograr que el proceso de la terapia sea comprensible tanto para él como para el paciente.
-El profesional busca además que la terapia sea lo más eficaz posible.
-El uso de un formato estándar enseña al paciente las herramientas que utiliza la terapia facilita estos objetivos.
Los elementos básicos de una sesión de terapia cognitiva son:
ü  Una breve actualización.
ü  Una conexión con la sesión anterior.
ü  Formulación de un plan.
ü  Revisión de tareas para el hogar.
ü  El abordaje de uno o varios problemas.
ü  Una síntesis.
ü  Retroalimentación por parte del paciente.
Los terapeutas cognitivos experimentados en ocasiones pueden desviarse de esta estructura.

Objetivos y estructura de la sesión inicial.
     El terapeuta revisa los resultados de la evaluación que se hizo del paciente durante la admisión. Un diagnostico detallado es de fundamental importancia.
Ø  Crear confianza y rapport.
Ø  Iniciar al paciente en la terapia cognitiva.

Ø  Instruir al paciente respecto a su trastorno, del modelo cognitivo y del proceso de la terapia.
Ø  Normalizar las dificultades del paciente e inculcarle esperanza.
Ø  Averiguar las expectativas del paciente respecto de la terapia.
Ø  Recabar información adicional acerca de las dificultades del paciente.
Ø  Utilizar esta información para desarrollar una lista de objetivos.

Estructura recomendable para la primera sesión:
     Establecer el plan:
lo ideal es que el plan se establezca en forma rápida y precisa. La explicación del funcionamiento hace más comprensible el proceso de la terapia para el paciente y lo insta a tener una participación activa de una manera estructurada y productiva.
     Control del estado de ánimo:
El terapeuta realiza un breve control del estado de ánimo. Además del informe subjetivo de la semana, se pueden utilizar algunos cuestionarios objetivos. Un cuidadoso análisis de los cuestionarios empleados ayudan al paciente y al terapeuta a controlar con objetividad el estado de anímico del paciente.
     Revisión de la presentación, identificación de problemas y establecimiento de objetivos.
El terapeuta revisa brevemente el problema del paciente. Le solicita que lo ponga al día y luego, centra su atención en los problemas específicos que la aquejan. Como consecuencia lógica, la ayudan a convertir estos problemas en objetivos de trabajo de la terapia. El terapeuta  revisa los problemas del paciente, determina que el  no se encuentra en una situación de riesgo de suicidio y observa que no ha habido cambios significativos desde la evaluación inicial. El terapeuta también guía al paciente para que especifique un objetivo global en términos de comportamiento.
     Instruir al paciente acerca del modelo cognitivo.
Uno de los principales objetivos de la terapia cognitiva es enseñar al paciente a convertirse en su propio terapeuta cognitivo. Desde el comienzo, el terapeuta averigua lo que el paciente ya sabe acerca de este tipo de terapia. Le da explicaciones acerca del modelo cognitivo, valiéndose de los ejemplos que surgen en las sesiones, le da una perspectiva de la terapia que va a encarar.
     Las expectativas acerca de la terapia.
Los pacientes suelen comenzar la terapia pensando que se trata de algo místico o insondable y que no serán capaces de comprender cómo es el proceso mediante el cual mejoran. El terapeuta cognitivo, por el contrario, pone énfasis en explicar que este tipo de terapia es ordenada y racional y que los pacientes mejoran por que se comprenden mejor a sí mismos, resuelven problemas y adquieren herramientas que pueden aplicar por su cuenta.
     Instruir al paciente acera de su trastorno.
La mayoría de los pacientes quieren conocer su diagnóstico general, asegurándose de que no están locos, saber que su terapeuta ha ayudado antes a otros pacientes semejantes a ellos y que no los considera extraños.
     Fin de la sesión y asignación de tareas para el hogar.
La síntesis final une distintos hilos de la sesión y refuerza los puntos principales. También incluye una revisión de las cosas que el paciente ha acordado hacer como tarea.
     Retroalimentación.

El elemento final de cada sesión de terapia es la retroalimentación. Pedirles retroalimentación fortalece el rapport, ya que, con esa acción demuestran interés por lo que el paciente se exprese y para que el terapeuta resuelva cualquier malentendido.

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