COMBATIR LOS PENSAMIENTOS AUTOMÁTICOS
El
terapeuta decide implementar otras intervenciones luego de esta interacción
verbal, para conseguir que el paciente adopte un punto de vista más funcional.
Registro
de pensamientos Disfuncionales:
Es un
formulario que ayuda al paciente a combatir más eficazmente sus pensamientos
disfuncionales y, por lo tanto, a disminuir su disforia. Algunos pacientes lo
usan habitualmente, mientras que otros, pese a los esfuerzos del terapeuta, no
pueden o no quieren escribir sus pensamientos y por esa razón lo utilizan sólo
en raras ocasiones. Cuadro RPD:
Pautas
necesarias para su uso correcto:
1) El terapeuta debe dominar el uso
del RPD (con sus propios pensamientos automáticos) antes de presentarlo a un
paciente.
2) El terapeuta debe hacer un plan
para presentar el RPD en dos etapas, que tendrán lugar en dos o más sesiones.
En la etapa 1 se ocupará de las primeras cuatro columnas y, en la etapa 2, de
las últimas dos.
3) El terapeuta debe asegurarse de
que el paciente capte el modelo cognitivo y crea en él antes de presentar el
RPD (de lo contrario, no comprenderá el valor de identificar y evaluar sus
pensamientos).
4) El paciente debe demostrar
capacidad para identificar sus pensamientos automáticos y emociones antes de
que se le presente el RPD. Debe ser capaz de exponer la situación y describir
sus emociones y sus respuestas fisiológicas sin confundirlas con pensamientos
automáticos. Si no tiene la capacidad para distinguir entre estos fenómenos,
seguramente experimentará dificultades en el uso del RPD.
5) El paciente debe demostrar buenos
resultados al completar las primeras cuatro columnas antes de que se le
presenten las últimas dos.
6) El terapeuta debe haber evaluado
verbalmente, junto con el paciente, por lo menos un pensamiento automático
importante y haber logrado alguna disminución en la disforia antes de mostrarle
cómo completar las últimas dos columnas.
7) Si el paciente no logra completar
sus tareas para el hogar haciendo uso del RPD, el terapeuta debe averiguar
acerca de los pensamientos automáticos que promueve el uso de este formulario,
ayudar al paciente mediante técnicas de resolución de problemas, proponer hacer
un RPD como experimento, contemplar la posibilidad de mostrarle el propio uso
que él hace del formulario y motivarlo de otras maneras.
Una vez
identificada una situación problemática, el terapeuta en primer lugar ayuda al
paciente, sólo mediante preguntas orales, a identificar los pensamientos
automáticos específicos y las emociones asociadas a ellos.
Motivar a
los pacientes para que utilicen el Registro de Pensamientos Disfuncionales:
El
terapeuta alienta al paciente para que use el RPD como experimento, si la
siguiente semana regresa con un formulario completamente completado y con un
mejor estado de ánimo, es posible que no necesite más motivación. Si no
completó el RPD, no lo hizo correctamente o no experimentó una mejoría en su
estado de ánimo, el terapeuta determinará porqué no aparecieron esas dificultades
y actuará en consecuencia.
Cuando el
Registro de pensamientos Disfuncionales no resulta suficientemente útil:
La
mayoría de los pacientes encuentran que, en algún momento, el completar el RPD
no les proporciona suficiente alivio. El terapeuta puede ayudar al paciente a
evitar la producción de pensamientos automáticos críticos con respecto de sí
mismo, de la terapia, del terapeuta o el RPD, poniendo énfasis en la utilidad
general de esta técnica y sus “limitaciones”.
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