martes, 4 de marzo de 2014

Terapia Cognitiva: Conceptos Básicos y Profundización.


TERAPIA COGNITIVA: “Conceptos Básicos y Profundización”.

Principios de la Terapia Cognitiva.


            Principio 1: Se fundamenta en una formulación dinámica del paciente y sus problemas plateados en términos cognitivos.
 –El terapeuta intenta conceptualizar las dificultades, desde el comienzo identifica su pensamiento presente y sus comportamientos problemáticos-.
El terapeuta basa sus formulaciones en los datos que el paciente le provee en la primera entrevista y va profundizando el marco teórico a medida que el paciente le aporta más datos a lo largo de la terapia.

            Principio 2: La terapia cognitiva requiere de una sólida alianza terapéutica.
–El terapeuta demuestra  interés por el paciente haciendo afirmaciones empáticas, escuchando con atención, sintetizando adecuadamente las ideas y sentimientos que el paciente expresa, mostrando actitud realista y optimista-.

            Principio 3: Enfatiza la colaboración y la participación activa.
-El terapeuta alienta al paciente a considerar la terapia como un trabajo en equipo. Al comienzo el terapeuta es más activo respecto de las sugerencias sobre la dirección que debe tomar la terapia y en la confección de la síntesis del trabajo efectuado en cada encuentro  medida que el paciente va mejorando -.

            Principio 4: Está orientada hacia objetivos y centrada en problemas determinados.
-El terapeuta pide al paciente en la primera sesión que enumere sus problemas y que fije sus objetivos específicos. El terapeuta le ayuda a evaluar los pensamientos que interfieren con sus objetivos y a tomar medidas al respecto-.

            Principio 5: La terapia cognitiva inicialmente destaca el presente.
El tratamiento de la mayor parte de los pacientes implica poner fuerte énfasis en los problemas actuales y en las situaciones específicas que alteran al paciente.
-El terapeuta cognitivo, por lo tanto, puede comenzar la terapia con un examen del aquí y el ahora independientemente de cual sea el diagnostico.
Nota: Para iniciar con las sesiones, se seleccionan los problemas según (1) el origen, (2) porque el tratamiento así lo requiere, o porque (3) el terapeuta lo consideró importante.

            Principio 6: Es educativa. Tiene por objeto enseñar al paciente a ser su propio terapeuta y pone énfasis en la prevención de las recaídas.
-En la primera sesión el terapeuta instruye al paciente acerca de la naturaleza y el desarrollo de su trastorno, del proceso de terapia cognitiva y del modelo cognitivo-.
-En cada sesión, alienta al paciente a que registre por escrito las ideas importantes que ha aprendido, para que pueda sacar provecho de su nueva comprensión de las cosas, en las semanas que aún después finalizada la terapia.


            Principio 7: La terapia cognitiva tiende a ser limitada en el tiempo.
La mayor parte de los pacientes se angustia, se tratan durante un periodo que va de 4 a 14 sesiones.
-Algunos necesitan tratamientos de uno a dos años, para poder modificar creencias disfuncionales muy rígidas y modelos de comportamiento que contribuyen a su malestar crónico.

            Principio 8: Las sesiones de terapia cognitiva son estructuradas.
-No importa cuál sea el diagnostico o la etapa de tratamiento, el terapeuta cognitivo tiende a armar una estructura establecida para cada sesión. *Esta estructura permanece constante en toda la terapia.

            Principio 9: Ayuda a los pacientes a identificar y a evaluar sus pensamientos y comportamientos disfuncionales y a actuar en consecuencia.

            Principio 10: Se sirve una variedad de técnicas para cambiar el pensamiento, el estado de ánimo y la conducta.

-Si bien las estrategias cognitivas, tales como el cuestionamiento socrático y el descubrimiento guiado son muy importantes en esta terapia, también se utilizan dentro de un marco cognitivo, técnicas que provienen de otras orientaciones terapéuticas.

La Conceptualización Cognitiva



LA CONCEPTUALIZACION COGNITIVA.

La conceptualización cognitiva provee al terapeuta el marco necesario para comprender al paciente.
Al iniciar el abordaje de un caso el terapeuta hace preguntas como:
            ¿Cuál es el diagnóstico del paciente?
            ¿Cuáles son sus problemas actuales, cómo se desarrollaron y como persisten hasta este momento?
A partir de esto el terapeuta establece entonces, una hipótesis acerca de cómo el paciente llegó a desarrollar su trastorno psicológico particular.
Desde el inicio el terapeuta comienza a construir una conceptualización cognitiva del paciente y la sigue profundizando hasta la última sesión. Esto le ayuda a planificar una terapia eficaz y eficiente.

El modelo cognitivo.

            La terapia cognitiva se basa en el modelo cognitivo, que plantea la hipótesis de que las percepciones de los eventos influyen sobre las emociones y los comportamientos de las personas. Los sentimientos no están determinados por las situaciones mismas, sino, más bien por el modo como las personas interpretan esas situaciones.
*Los sentimientos de las personas están asociados con su forma de pensar e interpretar una situación.
-El terapeuta cognitivo se interesa especialmente por el nivel de pensamiento que opera simultáneamente con el pensamiento superficial, que es el más evidente.

Las creencias.
A partir de su infancia, las personas desarrollan ciertas creencias acerca de ellas mismas, las otras personas y el mundo.
-Las creencias centrales son ideas tan fundamentales y profundas, que no suelen expresar, ni siquiera ante uno mismo. Estas ideas son consideradas por la persona como verdades absolutas, creyendo que es así como las cosas “son”.
-Las creencias centrales constituyen el nivel más esencial de creencia. Son globales rígidas y se generalizan en exceso.
-Los pensamientos automáticos, que son las palabras e imágenes que pasan por la mente de la persona, son en cambio, específicos para cada situación y se considera que constituyen el nivel más superficial de la cognición.

Actitudes, reglas y presunciones.
Las creencias centrales inciden en el desarrollo de una clase intermedia de creencias, que consisten en actitudes, reglas y presunciones, a menudo no expresadas.
-Estas creencias influyen en la forma de ver una situación y esa visión a su vez influye en el modo como piensa, siente y se comporta.
                                                                         
¿Cómo se originan las creencias centrales y las intermedias?
Desde las primeras etapas de su desarrollo las personas tratan de comprender su entorno.
Necesitan además, organizar sus experiencias de una manera coherente para lograr la adaptación que necesitan.
-Sus interacciones con el mundo y con los demás las llevan a ciertos aprendizajes que conforman sus creencias y son variables en cuanto a su grado de exactitud y funcionalidad.
-Las creencias disfuncionales pueden ser desaprendidas y en su lugar se pueden aprender otras creencias basadas en la realidad y más funcionales.
     El curso habitual del tratamiento en la terapia cognitiva implica usualmente que en los inicios se ponga más énfasis en los inicios se ponga a los pensamientos automáticos que son conocimientos más cercanos a la conciencia.
–El terapeuta enseña al paciente a reconocer, evaluar y modificar sus pensamientos para lograr un cambio en las conclusiones que saca el paciente a partir de sus percepciones de los hechos.
*Esta modificación más profunda de creencias fundamentales disminuye las posibilidades de recaídas en el futuro.


Relación entre la conducta y los pensamientos automáticos.
     Las creencias subyacentes de una persona influyen sobre sus percepciones, y esto se expresa por medio de pensamientos automáticos específicos para esa situación. Estos pensamientos a su vez, inciden sobre las emociones.
-Los pensamientos automáticos también influyen sobre la conducta y a menudo llevan respuestas fisiológicas.
-Para el terapeuta es sumamente importante conceptualizar en términos cognitivos las dificultades del paciente, con el objeto de determinar los pasos por seguir en la terapia: cuando trabajar sobre un objetivo específico un pensamiento automático, una creencia o un comportamiento, qué técnicas seleccionar y como mejorar la relación terapéutica.
-Es importante que el terapeuta se ubique en el lugar del paciente para que puede asi desarrollar empatía, respecto de la situación que está atravesando, comprender cómo se siente y percibir el mundo a través de sus ojos.
-Las conductas, las percepciones, los pensamientos y emociones del paciente se harán comprensibles a partir de su historia y su conjunto de creencias.

-La conceptualización comienza durante el primer contacto con el paciente y se va profundizando en cada nuevo encuentro.

La Estructura de la Primera Sesión de Terapia.



LA ESTRUCTURA DE LA PRIMERA SESIÓN DE TERAPIA.

     Un objetivo importante para el terapeuta cognitivo es lograr que el proceso de la terapia sea comprensible tanto para él como para el paciente.
-El profesional busca además que la terapia sea lo más eficaz posible.
-El uso de un formato estándar enseña al paciente las herramientas que utiliza la terapia facilita estos objetivos.
Los elementos básicos de una sesión de terapia cognitiva son:
ü  Una breve actualización.
ü  Una conexión con la sesión anterior.
ü  Formulación de un plan.
ü  Revisión de tareas para el hogar.
ü  El abordaje de uno o varios problemas.
ü  Una síntesis.
ü  Retroalimentación por parte del paciente.
Los terapeutas cognitivos experimentados en ocasiones pueden desviarse de esta estructura.

Objetivos y estructura de la sesión inicial.
     El terapeuta revisa los resultados de la evaluación que se hizo del paciente durante la admisión. Un diagnostico detallado es de fundamental importancia.
Ø  Crear confianza y rapport.
Ø  Iniciar al paciente en la terapia cognitiva.

Ø  Instruir al paciente respecto a su trastorno, del modelo cognitivo y del proceso de la terapia.
Ø  Normalizar las dificultades del paciente e inculcarle esperanza.
Ø  Averiguar las expectativas del paciente respecto de la terapia.
Ø  Recabar información adicional acerca de las dificultades del paciente.
Ø  Utilizar esta información para desarrollar una lista de objetivos.

Estructura recomendable para la primera sesión:
     Establecer el plan:
lo ideal es que el plan se establezca en forma rápida y precisa. La explicación del funcionamiento hace más comprensible el proceso de la terapia para el paciente y lo insta a tener una participación activa de una manera estructurada y productiva.
     Control del estado de ánimo:
El terapeuta realiza un breve control del estado de ánimo. Además del informe subjetivo de la semana, se pueden utilizar algunos cuestionarios objetivos. Un cuidadoso análisis de los cuestionarios empleados ayudan al paciente y al terapeuta a controlar con objetividad el estado de anímico del paciente.
     Revisión de la presentación, identificación de problemas y establecimiento de objetivos.
El terapeuta revisa brevemente el problema del paciente. Le solicita que lo ponga al día y luego, centra su atención en los problemas específicos que la aquejan. Como consecuencia lógica, la ayudan a convertir estos problemas en objetivos de trabajo de la terapia. El terapeuta  revisa los problemas del paciente, determina que el  no se encuentra en una situación de riesgo de suicidio y observa que no ha habido cambios significativos desde la evaluación inicial. El terapeuta también guía al paciente para que especifique un objetivo global en términos de comportamiento.
     Instruir al paciente acerca del modelo cognitivo.
Uno de los principales objetivos de la terapia cognitiva es enseñar al paciente a convertirse en su propio terapeuta cognitivo. Desde el comienzo, el terapeuta averigua lo que el paciente ya sabe acerca de este tipo de terapia. Le da explicaciones acerca del modelo cognitivo, valiéndose de los ejemplos que surgen en las sesiones, le da una perspectiva de la terapia que va a encarar.
     Las expectativas acerca de la terapia.
Los pacientes suelen comenzar la terapia pensando que se trata de algo místico o insondable y que no serán capaces de comprender cómo es el proceso mediante el cual mejoran. El terapeuta cognitivo, por el contrario, pone énfasis en explicar que este tipo de terapia es ordenada y racional y que los pacientes mejoran por que se comprenden mejor a sí mismos, resuelven problemas y adquieren herramientas que pueden aplicar por su cuenta.
     Instruir al paciente acera de su trastorno.
La mayoría de los pacientes quieren conocer su diagnóstico general, asegurándose de que no están locos, saber que su terapeuta ha ayudado antes a otros pacientes semejantes a ellos y que no los considera extraños.
     Fin de la sesión y asignación de tareas para el hogar.
La síntesis final une distintos hilos de la sesión y refuerza los puntos principales. También incluye una revisión de las cosas que el paciente ha acordado hacer como tarea.
     Retroalimentación.

El elemento final de cada sesión de terapia es la retroalimentación. Pedirles retroalimentación fortalece el rapport, ya que, con esa acción demuestran interés por lo que el paciente se exprese y para que el terapeuta resuelva cualquier malentendido.

Segunda Sesión y Siguientes: Estructura y Formato.


SEGUNDA SESIÓN Y SIGUIENTES:
ESTRUCTURA Y FORMATO.

     El plan típico para aplicar la segunda sesión en adelante, es el siguiente:
o    Breve actualización y control del estado de animo. (y de las medicaciones, alcohol y/o uso de drogas, si es necesario).
o    Revisión de la tarea anterior.

o    Planificación.
o    Revisión de la tarea para el hogar.
o    Conversación sobre los temas planificados, asignación de nuevas tareas para el hogar, síntesis periódicas.
o    Resumen final y retroalimentación.
Los objetivos del terapeuta durante la segunda sesión son ayudar al paciente a escoger un problema u objetivo en el que centrarse, comenzar a resolver problemas y reforzar el modelo cognitivo y la identificación de pensamientos automáticos.
La preocupación fundamental es el fortalecimiento de la alianza terapéutica y el alivio de los síntomas.

Breve actualización y control del estado de ánimo (y la medicación).
El control del estado de animo suele ser breve y se lo puede combinar con una reseña a la semana.
El terapeuta solicita una descripción subjetiva por parte del paciente y la controla con los puntajes de las pruebas objetivas.

Puente desde la sesión anterior.
El propósito es controlar cual fue la percepción y comprensión del paciente acerca de la sesión anterior. Al saber que se le preguntará al respecto, el paciente se motiva para la siguiente pensando en lo trabajado en la anterior. Al solicitar el relato de nuevas reacciones respecto de la sesión anterior. Si no logra recordar sus reacciones o los puntos más importantes de la sesión previa, el terapeuta y el paciente optan a técnicas de resolución de problemas para que puede recordar mejor lo trabajado en la sesión actual. El puente que se tiende desde la sesión anterior sirve para instruir al paciente respecto al trabajo terapéutico.
FORMULARIO PUENTE ENTRE SESIONES.
1.- ¿Qué punto importante tratamos en la sesión anterior? ¿Qué aprendió usted? (1-3 oraciones)
2.- ¿Hubo algo que le molestara en la sesión anterior? ¿Hay algo que le cueste manifestar?
3.- ¿Cómo transcurrió la semana? ¿Cómo ha sido su estado de ánimo, comparándolo con el de otras semanas? (1-3 oraciones)
4.- ¿Sucedió esta semana algo que merezca la pena ser discutido? (1-3 oraciones)
5.- ¿Qué problemas desea incluir en el plan? (1-3 oraciones)
6.- ¿Qué tareas hizo/no hizo? ¿Qué aprendió?
 

Establecer el plan.
     El terapeuta asume la mayor responsabilidad en el planteamiento de las primeras sesiones y luego, en forma gradual, transfiere la responsabilidad al paciente. Es importante que el paciente aprenda las habilidades necesarias para armar su plan.

Revisión de las tareas para el hogar.
     Los pacientes que hacen regularmente sus tareas para el hogar mejoran más que aquellos que no lo hacen. Efectuar una revisión de las tareas para el hogar en cada sesión refuerza el comportamiento y pone de manifiesto el valor de las efectuadas en la semana.

Tratamiento de los problemas establecidos en el plan, asignación de nuevas tareas y resúmenes periódicos.
     El terapeuta pregunta con cual de los temas del plan desea comenzar. De esta manera otorga al paciente la posibilidad de ser mas activo y asertivo y le permite tomar mas responsabilidades. El terapeuta introduce sus propios objetivos en los momentos adecuados cualquiera sea el tema en discusión.

Síntesis periódicas.
A lo largo de la sesión, el terapeuta realiza dos clases de resúmenes. La primera es una síntesis breve que se lleva a cabo una vez completada parte de la sesión, para que tanto el paciente como el terapeuta tengan una clara comprensión de lo que han logrado y de lo que harán a continuación.
Otro tipo de síntesis es la que se realiza sobre los contenidos que el paciente expone. En este caso el terapeuta resume brevemente los aspectos centrales de las afirmaciones del paciente, tratando de usar las mismas palabras.

Resumen final y retroalimentación.
El terapeuta se abstiene de activar pensamientos negativos y perturbadores en el paciente. El objetivo es aclarar al paciente los puntos principales tratados durante la sesión, el terapeuta es quien realiza la síntesis. La síntesis resulta más fácil si durante la sesión el paciente ha tomado notas adecuadas acerca de los puntos más importes.

Tercera sesión y posteriores.

Las sesiones posteriores mantienen la misma estructura que la segunda sesión. El contenido varía según los problemas y los objetivos del paciente y los propósitos del terapeuta. Hacia el final de la terapia es el paciente que designa la mayor parte de los temas de las sesiones.

Problemas en la Estructuración de las Sesiones de Terapia.



PROBLEMAS EN LA ESTRUCTURACIÓN DE LAS SESIONES DE TERAPIA.

Invariablemente aparecen problemas referidos a la estructuración de las sesiones. Cuando el terapeuta toma conciencia del problema, lo primero que hace es especificarlo y luego esboza una teoría acerca de su causa. Finalmente, diseña una solución que no perjudique la alianza terapéutica.
El problema aparece porque el terapeuta no ha instruido al paciente adecuadamente. Es posible que el terapeuta solo deba mejorar su capacidad para instruir al paciente o que deba evaluar y controlar sus propios pensamientos automáticos con respecto a la estructuración.
El terapeuta debe a menudo repetir muchas veces sus descripciones, dar explicaciones y controlar cada uno de los elementos de la sesión, dando respuestas correctivas.

Otra dificultad se refiere a la renuncia del paciente para adaptarse a la estructura prescriptiva a causa de las percepciones y creencias disfuncionales  acerca de sí mismo, el terapeuta y/o la terapia. En estos casos el terapeuta debe formular una explicación acerca de la causa del problema y diseñar una solución.
También puede haber dificultades para mantener la estructura de la sesión cuando el terapeuta la ha impuesto de una manera demasiado controladora o demandante. Puede revisar y decirle que es necesario que esté de acuerdo con la modalidad de la sesión.

Breve actualización.
Una de las dificultades más comunes es cuando el paciente inicia la sesión con un relato demasiado detallado o caótico. El terapeuta puede intervenir, señalando la importancia de centrarse en  problemas específicos.

Control del estado de ánimo.
En ocasiones el paciente no logra llenar bien los formularios, le degradan, o tiene dificultades para expresar subjetivamente su estado de ánimo general durante la semana. El terapeuta puede preguntar si recuerda o sabe cómo hacerlo, y de nuevo instruye al paciente.
Otro problema es cuando el paciente tiene dificultades para expresar su estado de ánimo, ya sea  porque no logra hacerlo de una manera concisa, o bien porque tiene problemas para dar nombres a sus estados de ánimo. El terapeuta en estos casos puede interrumpirlo amablemente y formularle preguntas específicas o demostrarle cómo puede responder.

Puente desde la sesión anterior.
En este punto, suelen aparecer problemas por la dificultad del paciente para recordar el contenido de la sesión o por su resistencia para expresar sentimientos negativos hacia el terapeuta. Una solución es pedir al paciente que complete un Formulario Puente entre sesiones, antes de cada sesión.

Cuando el paciente no logra expresar con sinceridad sus reacciones frente a lo sucedido en la sesión anterior, se pueden adoptar distintas soluciones. En primer lugar: si sospecha que ha habido una reacción negativa, el terapeuta puede alentar más al paciente a expresarla. En segunda lugar: el terapeuta puede trabajar sobre el significado que tiene para el paciente la expresión de sentimientos negativos.

Establecer el plan.
Las dificultades típicas que aparecen en este tramo son la falta de colaboración del paciente en el armado del plan, las divagaciones que pueden aparecer, o la actitud negativa en las conversaciones para fijar temas. El paciente que no contribuye con temas para el plan o bien no está suficientemente instruido, o está atribuyendo un significado negativo especial a su colaboración.

Si en la siguiente semana el paciente sigue sin sugerir un tema. El terapeuta debe averiguar acerca de sus pensamientos automáticos y/o acerca del significado de este pedido.
Puede aparecer otro tipo de problema que se presenta cuando el paciente no tiene expectativas respecto del planteamiento de sus problemas, en este caso él terapeuta trata de implementar técnicas de resolución de problemas.

También es un problema la falta de esperanzas de la paciente y la incapacidad del terapeuta para garantizar el éxito lleva al paciente a aceptar un trabajo de resolución de problemas por unos minutos.


Revisión de la tarea para el hogar.
Un problema típico es que el terapeuta, apresurado por abordar los temas del plan, no llegue a preguntarle al paciente acerca de las tareas que realizó durante la semana. En el caso contrario, aparece que el terapeuta revisa las tareas demasiado detalladamente antes de pasar al plan del día.

Abordaje de los ítems del plan.
Algunos problemas típicos de esta parte de la sesión, son la falta de esperanza, las conversaciones tangenciales o dispersas, un manejo ineficaz del tiempo y la incapacidad para realizar intervenciones terapéuticas.
Las conversaciones dispersas suelen aparecer cuando el terapeuta no estructura la conversación de una manera adecuada. Para lograrlo debe realizar irrupciones amables, guiando al paciente para que retome el tema que se está tratando.
Otro problema durante el tratamiento de los ítems del plan, es que el terapeuta no acierte a hacer una intervención terapéutica.

Asignar nuevas tareas:
Es menos probable que un paciente cumpla con las tareas para el hogar si:

1)     El terapeuta sugiere una tarea demasiado difícil o no relacionada con las preocupaciones del paciente.
2)     No le da una explicación adecuada.
3)     Olvida revisar las tareas asignadas en sesiones anteriores.
4)     No enfatiza la importancia de las tareas diarias en general y de cada asignación específica en particular.
5)     No enseña específicamente a realizar la tarea.
6)     No inicia la tarea, ni realiza ensayos de la misma, ni formula preguntas estándar acerca de los obstáculos potenciales que podrían interponerse.
7)     No hace que el paciente anote lo que le asigna.
8)     Fija unilateralmente una tarea que el paciente no desea realizar.

*El terapeuta debe averiguar si el paciente no tiene creencias disfuncionales respecto a las tareas.

       Resumen final:
En el transcurso de la sesión, el terapeuta resume periódicamente los contenidos para asegurarse de haber comprendido lo que el paciente ha expuesto. Si le ha pedido que registre por escrito los puntos más importantes de la sesión, el resumen final consistirá en una breve revisión de esas notas y una síntesis oral de otros tópicos que se hayan tratado.

      Retroalimentación:
Suelen aparecer problemas cuando el paciente está molesto hacia el final de la sesión y no tiene suficiente tiempo para resolver su malestar o cuando no logra expresar en absoluto sus reacciones negativas. Una solución práctica para evitar quedarse sin tiempo es comenzar el cierre unos diez minutos antes del final.
                                       
Problemas que surgen de las cogniciones del terapeuta:
Los problemas ya mencionados presuponen que el terapeuta está de acuerdo con la estructura habitual de la sesión de terapia y se siente competente para implementarla. Los que siguen son pensamientos y creencias típicos de los terapeutas, que pueden interferir con la implementación de la estructura habitual.

Pensamientos automáticos que pueden surgir en el terapeuta:
·         No logro estructurar la sesión.
·         A mi paciente no le gustará la estructura.
·         No se puede expresar sintéticamente.
·         No debería interrumpirlo. Si soy demasiado directivo, se enojará.
·         No cumplirá con las tareas.
·         Si evalúo sus ideas, se sentirá menospreciado.






Identificación de los Pensamientos Automáticos.



IDENTIFICACIÓN DE LOS PENSAMIENTOS AUTOMÁTICOS.

El modelo cognitivo sostiene que la interpretación de una situación, más que la situación misma, a menudo expresada en forma de pensamientos automáticos, influye sobre las emociones, el comportamiento y la respuesta fisiológica subsiguiente.

Características de los pensamientos automáticos:

Los pensamientos automáticos constituyen un flujo de pensamiento que coexiste con otro flujo de pensamiento más manifiesto. Estos pensamientos no son patrimonio sólo de las personas con trastornos psicológicos, sino que son una experiencia común para todos. La mayor parte del tiempo no tenemos demasiado registro de los pensamientos automáticos, pero con un poco de entrenamiento podemos traerlos a la conciencia.

La terapia cognitiva provee entonces las herramientas para evaluar los pensamientos de una manera consciente y estructurada, especialmente cuando se sienten perturbados.

Aunque los pensamientos automáticos parecen surgir espontáneamente, una vez que el paciente identifica las creencias subyacentes, se vuelven bastante predecibles. El terapeuta cognitivo se interesa en la identificación de los pensamientos disfuncionales, es decir, de aquellos que distorsionan la realidad, son emocionalmente perturbadores y/o interfieren con la capacidad del paciente para alcanzar sus objetivos. Los pensamientos automáticos disfuncionales son casi siempre negativos.

Los pensamientos automáticos suelen ser breves, y el paciente a menudo está más consciente de la emoción que experimenta como consecuencia del pensamiento de que este en sí mismo.
Los pensamientos automáticos suelen aparecer en forma muy escueta, pero generalmente el paciente logra expresarlos en cuanto el terapeuta pregunta por el significado de ese pensamiento. Los pensamientos automáticos pueden aparecer en forma verbal, visual o de ambas maneras.

Los pensamientos automáticos se pueden evaluar según su validez y su utilidad. La mayor parte de ellos están distorsionados de alguna manera y se producen pese a que existan evidencias objetivas que indiquen lo contrario. Un segundo tipo de pensamientos automáticos son adecuados, pero el paciente extrae de ellos conclusiones distorsionadas.  Otro tipo de pensamiento es aquel que también es correcto, pero decididamente disfuncional.


  Explicar los pensamientos automáticos a los pacientes:

Es ilustrativo explicar los pensamientos automáticos utilizando los propios ejemplos del paciente, se explican bajo sus propias experiencias, guiarlo a que identifique el pensamiento y lo relacione con la emoción.

Al paciente se le informa que se le enseñará a identificar sus pensamientos automáticos, que cada vez que perciba su estado de ánimo ha experimentado un cambio.
       Pensamiento                                                                              Sentimiento
Lo que uno piensa influye en lo que uno siente.      A veces el pensamiento no es correcto o es sólo parcialmente correcto.
      
     Pensamiento                                                                               Sentimiento


Nunca seré como esos estudiantes                                                   Tristeza

Pasos en la terapia:
Ø  Identificar los pensamientos automáticos.
Ø  Evaluar y reaccionar frente los pensamientos automáticos.
Ø  Resolver problemas cuando los pensamientos son verdaderos.



                                                                                                           

Indagar sobre los pensamientos automáticos:
Aprender a identificar los pensamientos automáticos entraña un proceso semejante al del aprendizaje de cualquier otra habilidad.

El primer procedimiento consiste en identificar los pensamientos automáticos que el paciente genera en la sesión. El segundo método trata de investigar los pensamientos automáticos que el paciente ha tenido en situaciones problemáticas que se presentaron entre sesiones, por medio de la evocación, la imaginería, las dramatizaciones o el planteo de hipótesis.

Indagar sobre los pensamientos automáticos que aparecen en la sesión:
Es oportuno trabajar sobre los pensamientos automáticos cuando el terapeuta observa un cambio en el estado anímico del paciente durante la sesión.


Es importante estar alerta para captar las pistas verbales y no verbales que da el paciente, y de esta manera llegar a las “cogniciones candentes”, es decir, a los pensamientos automáticos e imágenes importantes que surgen en la sesión y están asociados con un cambio o un incremento de las emociones.

Técnicas para modificar pensamientos automáticos:

Pregunta básica:
¿Qué estaba pasando por su mente en ese momento?

Para identificar los pensamientos automáticos:
1)     Formular esta pregunta en los momentos en que se observe un cambio o una intensificación en los afectos durante la sesión.
2)     Hacer que el paciente describa una situación problemática o un momento en el que experimentó un cambio en los afectos y formular entonces la pregunta básica.
3)     En caso necesario, hacer que el paciente utilice imágenes mentales para describir la situación específica o el momento con la mayor cantidad de detalles posibles y formular entonces la pregunta básica.
4)     Si es necesario o si se prefiere, hacer que el paciente dramatice una interacción determinada con el terapeuta y luego formular la pregunta básica.

Otras preguntas para indagar sobre los pensamientos automáticos:
1.      ¿En qué supone que estaba pensando?
2.      ¿Cree usted que estaba pensando en ________ o en _______?
3.      ¿Estaba usted imaginando algo que podría suceder o recordando algo que ocurrió?
4.      ¿Qué significó esa situación para usted?
5.      ¿Estaba usted pensando________?

Identificar los pensamientos automáticos en una situación específica:
Las mismas preguntas se pueden utilizar para ayudar al paciente a identificar los pensamientos automáticos que aparecieron entre sesiones.  En este caso también, cuando el paciente describe una situación problemática, el terapeuta primero plantea la pregunta básica “¿Qué estaba pasando por tu mente?”.

Si describir la situación verbalmente no basta para sacar a la luz los pensamientos automáticos, el terapeuta le solicita al paciente que imagine la situación, como si estuviese sucediendo en ese momento.

Identificar pensamientos automáticos adicionales:
El terapeuta debe saber que la paciente puede tener, además otros pensamientos automáticos no relacionados con la misma situación, sino con su reacción frente a la situación. También puede estar percibiendo su emoción, comportamiento o reacción fisiológica de una manera negativa.

Identificar la situación problemática.
A veces,  además de no lograr identificar pensamientos automáticos asociados con una emoción dada, el paciente tiene problemas hasta para reconocer la situación o problema más difícil para él.
Cuando esto sucede el terapeuta puede ayudar a encontrar la situación más problemática presentándole una cantidad de problemas existentes, pidiéndole que los elimine de a uno y observando el grado de alivio que obtiene en cada caso. Una vez que se ha identificado una situación específica, resulta más sencillo descubrir los pensamientos automáticos asociados a ella.

Diferenciar entre pensamientos automáticos e interpretaciones.
Cuando el terapeuta indaga sobre los pensamientos automaticos del paciente, en realidad busca palabras e imágenes exactas que han pasado por su mente. Hasta que aprenden a reconocer esos pensamientos, en realidad refieren interpretaciones, que pueden o no reflejar el verdadero pensamiento.

Diferenciar entre pensamientos automáticos útiles y menos útiles.
Hasta que el paciente aprende a reconocer los pensamientos automáticos específicos que lo perturban, es posible que refiera otra serie de pensamientos. Algunos de ellos son sencillamente descriptivos y resultan inocuos o irrelevantes en relación con sus problemas. Los pensamientos automáticos relevantes suelen estar asociados con un marcado malestar.

Especificar pensamientos automáticos insertos en el discurso:
Los pacientes necesitan aprender a especificar las palabras exactas que pasan por su mente, para poder evaluarlas de una manera efectiva.

El terapeuta ayuda amablemente al paciente para que identifique las palabras exactas que pasaron por su mente. 

Reformular los pensamientos telegráficos o en forma de pregunta:
Los pacientes muchas veces refieren pensamientos sin expresarlos en forma completa. Como es bastante difícil evaluar esos pensamientos telegráficos, el terapeuta debe guiar al paciente para que los exprese de una manera más completa.

Si el paciente no logra hacer explícito el pensamiento, el terapeuta puede hacer un nuevo intento proveyéndole un pensamiento opuesto. Los pensamientos automáticos muchas veces se presentan en forma de pregunta y esa modalidad dificulta su evaluación. El terapeuta trata de guiar al paciente para que lo exprese en forma de enunciación, antes de comenzar a evaluarlo.

Enseñar a los pacientes a identificar sus pensamientos automáticos:
El terapeuta puede comenzar desde la primera sesión a enseñar al paciente la habilidad de identificar los pensamientos automáticos.
En sesiones posteriores, el terapeuta puede enseñar al paciente otras técnicas en forma explícita, en caso de que la pregunta básica no haya sido suficiente.

Si tampoco resulta suficiente formular la pregunta básica y valerse de imágenes mentales, el terapeuta puede enseñar al paciente a formular teorías acerca de sus pensamientos